VIDA
Son muchos los adjetivos que le calzan perfecto a esta película de Terrence Malick: ambiciosa, admirable, perfecta, profunda, única, emotiva, diferente, bella, cruda, fuerte y desconcertante, entre muchos otros. Pero hay uno que define de manera auténtica y realista a esta propuesta y que, en especial, es su gran fuerte y el sentido más rico y maravilloso de este trabajo: humana.
La historia se centra en contar la vida desde el punto de vista de Jack, un hombre que se siente abatido por la muerte de su hermano y quien comienza a recordar su pasado, centrándose en sus temores, sus alegrías, disgustos, en la relación con su familia y, principalmente, en la rivalidad con su padre.
La película es muy compleja y es necesario verla más de una vez para captar todos los detalles y todas las metáforas que aquí el director expone. No es una narración cronológica, aunque todo está mostrado en un orden específico para darle mayor intensidad y fuerza al relato.
Aquí se pueden apreciar dos características generales que pueden separarse para un mejor análisis, pero que están llevadas adelante de tal manera que una complemente a la otra y viceversa:
Por un lado, la fotografía, una manera muy particular de mostrar lo que sucede en escena, con planos hermosos, cambios de cámaras difíciles y novedosos, y una limpieza visual realmente maravillosa. Cada segundo de esta película es una muestra intensa del poder de la cámara y de la habilidad de un director por tomar de manera original y muy sentida todo lo que va sucediendo. Son muchas las secuencias en las que no hay guión hablado, por lo que la fotografía y la puesta en escena cobra un sentido mucho mayor, y el trabajo realizado para que dichos momentos puedan entenderse y puedan llegar a tocar las emociones del espectador es hermoso. Es solo cuestión de ver las escenas líricas y oníricas en las que se muestra la creación del Universo y los primeros pasos de los animales como para descubrir una manera muy particular de expresar una idea y de sentir, sin una sola palabra, con intensidad lo que sucede (excelente uso de los dinosaurios para expresar una premisa en especial y perfecto el aprovechamiento de la fotografía para llevar adelante, minutos más tarde, la creación de una vida). Se juega con las luces, con los planos, con los ángulos, con los efectos especiales, con las recreaciones, y se hacen muchos planos detalle que le aportan emoción y belleza a la cinta.
Por otro lado, el guión. El argumento es complicado y muy profundo. Es muy difícil lograr que una película toque temas filosóficos y mantenga entretenido o maravillado al espectador, y aquí, gracias a la intensidad y al realismo de lo que va sucediendo, se logra plantar una semillita para que el espectador profundice o simplemente se siente curioso por ir más allá de lo que a simple vista se puede apreciar. Un trabajo minucioso, original y muy bien pensado, que toca temas existenciales y que invita a la reflexión. A su vez, la película cerca de la mitad de su duración, desarrolla en plenitud un realismo que identificará al espectador, no solo porque lo que sucede es muy creíble, sino porque hay parte de ese relato que toca la esencia de la familia y de la vida misma. Una historia apasionante de principio a fin. La radiografía de cinco personajes y sus diferentes temores, ambiciones y alegrías.
La música acompaña de manera excelente lo que sucede y, al igual que la fotografía, es de suma importancia para transmitir las ideas en esos momentos silenciosos de palabras. El trabajo de Alexandre Desplat se suma a un conjunto de originalidad y sentimiento que se complementa con cada una de las partes aquí desarrolladas.
Las actuaciones son precisas. Cada uno de los personajes presenta una descripción determinada y muy bien lograda, y el trabajo realizado por cada intérprete permite transmitir esas inseguridades y reflexiones que sus respectivos roles dejan entender. Brad Pitt (padre), Hunter McCracken (Jack en edad adolescente), Jessica Chastain (madre) y Sean Penn (Jack adulto) están perfectos en sus papeles (esa escena de arrepentimiento entre hermanos es soberbia).
"The Tree of Life" es una experiencia surrealista sin igual, que transmite emociones y sensaciones que muy pocas veces se han visto en el cine (uno de los exponentes claros de la humanidad al mismo nivel que esta película es "2001: A Space Odyssey" de Stanley Kubrick). Con una fotografía hermosa y una historia muy ambiciosa, pero no por eso menos intensa y profunda. Una imperdible propuesta, una representación artística como muy pocas de la última década.
UNA ESCENA A DESTACAR: Dejando de lado cada momento de la vida de Jack, las situaciones oníricas son admirables.