El Árbol Negro
Crítica de Esteban Jourdán
Hay una frase del documental que lo resume por completo, lo dice uno de los delegados Qom a la prensa, en ese momento intenta hacerles entender que su pueblo no es pasado, no son pueblos que existieron, son pueblos actuales, son presentes y futuro, no desaparecieron así como tampoco desaparecieron sus derechos.
El Árbol Negro ganó la competencia del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata en el año 2018 y nos lleva durante un ratito por la vida de Martín, un pastor Qom que vive en el monte formoseño. Vemos su rutina diaria, su preocupación por los animales, por su pueblo y por lo que el hombre blanco le está haciendo a la tierra. Mientras todo esto ocurre, intercalamos momentos hermosos en que Martín nos narra la historia de la creación del mundo según la mitología Qom, cuando todo era distinto y el cielo estaba abajo y la tierra arriba.
La fotografía es uno de sus puntos más altos, por momentos parece que estuviéramos viendo la película Zama de Lucrecia Martel. Los colores, los lugares, sus protagonistas y los momentos hacen que uno quede maravillado.
Es momento de que todos los “hombres blancos” nos hagamos responsables de lo que nos corresponde: reconocer a los pueblos originarios como parte de nuestra sociedad, no como algo que existe y que está ahí molestando el progreso. Ellos tienen sus sabiduría, sus costumbres, sus tierras y merecen ocupar su lugar dentro de la sociedad y ser respetados como tal.
El Árbol Negro tiene una duración de poco más de 1 hora y está disponible para ver en la plataforma de CineAr Play