Desde 1998 el terror japonés ganó su merecido lugar con la saga "El Aro". Esta cinta fue tan popular que en Estados Unidos hicieron una remake en 2002 bajo el nombre "The Ring" y ambas proyecciones, ya sea la versión oriental como la occidental fueron tan bien aceptadas por el público que se convirtieron en un clásico del terror, de igual manera la productora decidió dar un cierre a esta mítica historia con un capítulo final.
Hideo Nakata nos trae a Sadako en esta última entrega y a pesar de haber dirigido las tres primeras de la saga y ser aclamado por el terror de cada una de ellas, en esta última parte veremos que no solo arruinaron un clásico sino que también lograron que quede para el olvido. Podemos empezar hablando de muchos errores que tuvo pero creo que el más importante o uno de los de más importantes es la historia, en esta entrega veremos cómo Mayu es la encargada de cuidar a una chica que sufre de amnesia. La paciente está bajo custodia policial y es de especial interés para las autoridades ya que la niña es la única testigo de la muerte de su madre. Mientras la doctora trata de averiguar qué es lo que le sucede a la niña, su hermano, un aspirante a convertirse en un famoso YouTuber, comienza a darse cuenta de que ha dado con un filón que tratará de aprovechar a toda costa aunque esto lo lleve a enfrentarse a la mismita Sadako. Todo lo sucedido en la presentación confunde y aburre a lo largo de toda la cinta. En sus escasos 99 minutos jamás hay ritmo ni interés a los distintos asuntos. Su argumento es confuso y mayormente inentendible. Es un extraño reboot exigido para entender todo lo que pasa.
Todas las interpretaciones son chatas, con acciones de rellenos y los personajes no tienen crecimiento de ningún tipo dentro de la historia. Por otro lado, el característico personaje con camisón y pelos en la cara casi ni aparece y las pocas veces que lo vemos no impacta de ninguna manera. Los escenarios son pobres y lo único bueno de esto es que logra acompañar a la perfección a toda la película.
Los puntos de giro en el guion no eran los indicados para la historia, la forma que fue contada no concordaba bien con las entregas anteriores, y a pesar de que hoy en día muchos directores recurren a los golpes bruscos de sonido o de imágenes impactantes para generar un poco de miedo, esta no logra ni eso, solo los minutos pasan y la historia se estanca.
Este capítulo es un 'meeeh' rotundo, no llega a ser un 'quizás', es más que nada un olvido y un capítulo de más que no agrega ni quita a la saga completa. Solamente te recomiendo verla si sos un verdadero fanático de toda la saga, ya que no genera nada, o si estudias cine y querés aprender del género, ya que esta película es un claro ejemplo de todo lo que no hay que hacer.
Por Keila Ayala