¿Se acuerdan de J horror, el cine de terror japonés? Con Dark Water, La llamada perdida, de Takashi Miike, o Ringu/Ring/La llamada, en el centro. Todo un universo hecho de historias de fantasmas de largo cabello oscuro, espíritus asociados con el agua capaces de despertar a través de la voz o la imagen. Y de matar. Con el fenómeno ya lejano, el director Hideo Nakata regresa para meter más suspenso que miedo a la historia que lo convirtió en un éxito global en los noventa. Y aunque sea un regreso que registra más esfuerzo que logros, por llegar a aquellas alturas del terror efectivo, la fantasma del pozo sigue inquietando. Aquí está Mayu, que cuida a una chica amnésica bajo custodia policial, por motivos que se ignoran. Su hermano, el clásico adolescente youtuber que piensa más en el mundo online que en el real, se mete en uno de sus lugares favoritos, entre las paredes de un lugar donde sucedieron cosas extrañas. Sin saber que despertará la maldición de Sadako (el título original).