Un hombre solo en el paisaje helado. Su avión caído con un ala rota. Todo su ingenio para sobrevivir y pedir ayuda. Desde su pedido de auxilio que se ve en el comienzo, su manera de sobrevivir pescando de una manera ingeniosa, unido a la prolija manera de seguir teniendo proteínas, y un papel donde anota los días que dura su sobrevivencia. Aquí (Como en la película de Robert Redford “Todo está perdido”) solo vemos al hombre enfrentado a una realidad abrumadora, donde solo su ingenio, su fuerza de persistencia y sus conocimientos, le permitirán o no salir de esa situación. Casi sin diálogos, con otra sobreviviente que aparece luego de una secuencia catástrofe, la amenaza de un oso en dos se escenas, una de amenaza latente y otra de peligro cercano, y un actor del talento de Mads Mikkelsen que interpreta a la perfección esa mezcla de desamparo y confianza, dolor e incertidumbre. Nos hace sentir esa situación límite. El director brasileño Joe Penna, filma con prolijidad y precisión un libro que escribió con su editor, Ryan Morrison., en la imponente Islandia azotada por vientos y lluvias, con una superficie helada atravesada por montañas que cortan la visión blanca con su presencia imponente. Un protagonista cada vez más cerca de la desesperación pero persistente en su impulso vital, que nos sumerge en la tragedia que vive.