Supervivencia helada.
El Ártico es una película de supervivencia que no busca revolucionar el género ni ser demasiado original pero que posee un estilo que atrapa al espectador desde su comienzo. En este sentido los primeros planos son toda una declaración de intenciones, cuando nos encontramos con Overgård (Mads Mikkelsen) cavando duramente en la nieve, sólo para revelar que se trata de una señal de SOS gigante.
La historia no puede ser más sencilla. Un hombre lucha por sobrevivir. A su alrededor, la inmensidad blanca, y los restos de un avión que le ha servido de refugio, vestigio de un accidente ya muy lejano. Con el tiempo, ha aprendido a luchar contra el frío y las tormentas, a cuidarse de los osos polares y a buscar comida.
El filme supone el debut del brasileño Joe Penna. Un youtuber y músico muy conocido en su país bajo el nombre de “MysteryGuitarMan”, con videos reproducidos más de 340 millones de veces. Esta fama le ha servido de trampolín para dirigir esta coproducción entre EE.UU. e Islandia. País último en el que se ha rodado esta película.
La historia cuenta con el trabajo del danés Mads Mikkelsen en uno de los mejores trabajos de su extensa filmografía. A diferencia de otros trabajos como Polar, o La cacería, aquí prácticamente no hay diálogos durante los 97 minutos de metraje. Se trata de un trabajo sobrio, donde los gestos y la expresividad son los que construyen al personaje. Un trabajo bueno que nos recuerda lo que ya tiene claro la industria cinematográfica; Mads Mikkelsen es uno de los mejores actores de la actualidad.
Como indicaba al comienzo del artículo, El Ártico no busca ser original y en su historia podemos encontrar muchas reminiscencias al mejor cine de supervivencia, desde Misión: rescate, a El renacido. Los aciertos de esta película residen en una historia muy sólida, en una magnífica fotografía y sobre todo en un mundo frío y opresivo que se va haciendo más duro a cada minuto. Resulta muy interesante descubrir el día a día de este hombre y ver como vence al frío y al hambre con los pocos instrumentos que posee. La soledad, el frío y el hambre están tan presentes en la película que pueden llegar a sentirse.
Como en toda película de supervivencia la historia necesita avanzar y para ello el guion se nutre de algunas sorpresas que, si bien son cuestionables, se presentan fundamentales para el correcto desarrollo de la aventura. Es de esas películas en las que todos los espectadores menos el protagonista saben que está a punto de tomar una mala decisión. Un ejemplo es la brusquedad a la hora de la introducción del personaje interpretado por Maria Thelma Smáradóttir. Un “truco de guión” que finalmente se presenta fundamental para mantener la tensión y el interés en la historia.
A pesar de todo se sigue con mucho interés las aventuras y problemas del protagonista en su avance por el Ártico. Una película que además nos presenta a un nuevo director con mucho talento y que en 2020 presentará una nueva propuesta. En este caso una historia ambientada en Marte. Continúa la supervivencia.