El ártico es un excelente debut cinematográfico del realizador brasileño Joe Penna, quien se destacó como uno de los you tubers más creativos durante los primeros años de esa plataforma.
En el 2009 su famoso corto Guitar: impossible consiguió millones de reproducciones y le abrió la puerta en la industria de la publicidad.
Su ópera prima, filmada en apenas 20 días con un presupuesto de 2 millones de dólares, se destaca entre los thrillers de supervivencia más intensos que se concibieron en el último tiempo.
Con una premisa argumental muy sencilla, que prácticamente no tiene diálogos ni un desarrollo de personajes, Penna propone una experiencia inmersiva fascinante que es ideal para ser disfrutada en una pantalla de cine.
Si bien el film tiene algunos puntos en común con All is lost, que abordaba una idea similar con Robert Redford, El ártico posee su propia identidad y convierte a los paisajes naturales de Islandia en un escenario que por momentos resulta aterrador.
El director relega todo el peso del film en la soberbia interpretación de Mads Mikkelsen (Doctor Strange), quien construye el personaje a través de la acción y el silencio, uno de los elementos claves de esta propuesta.
Con una puesta en escena que remite más al cine documental que el clásico thriller hollywoodense, la narración inserta al espectador en la desesperante situación que vive el protagonista durante 97 minutos que llegan a ser desesperantes.
Penna evitó contaminar el relato con interrupciones de flashbacks y el foco de atención se concentra en los elementos visuales y las condiciones brutales que atraviesa el rol de Mikkelsen para sostener el film a través del suspenso.
Dentro de la propuesta de género que plantea la labor del cineasta brasileño es muy sólida, sobre todo si se tiene en cuenta que es apenas su primera película.
En lo personal creo que vale la pena darle una oportunidad.
Una grata sorpresa de la cartelera que no tuvo demasiada difusión y merece ser tenida en cuenta.