La ópera prima del director brasilero Joe Penna, tiene como protagonista al actor danés Mads Mikkelsen (“Rogue One”, “Doctor Strange”) quien interpreta a Overgård, un tripulante de avión que luego de un accidente aéreo queda varado en el desolador paisaje del ártico, sufriendo las bajas temperaturas, la falta de comida, la soledad y el acecho de depredadores temibles como lo es el oso polar, uno de los aterradores mamíferos que viven en aquel inhóspito paraje.
“Arctic” (título original de la obra) comprende uno de aquellos relatos minimalistas que vimos en infinidad de oportunidades, donde el protagonista deberá sobrevivir en circunstancias adversas, hay que comprender que la temperatura en aquel lugar puede llegar a descender hasta los -70° C. En este desierto helado y hostil alejado de todo, los restos del avión le servirán de refugio, mientras que aprenderá a luchar contra las tormentas y a conseguir alimento mediante la pesca. Todo eso mientras espera que alguien lo socorra, el tema es que no sabe cuándo llegará ese día pero mientras tanto deberá estar preparado.
Lo interesante de esta propuesta es que se toma su tiempo para ir desarrollando la intriga que motivará al espectador a seguir viendo. Desde el comienzo no sabemos cómo el personaje llegó allí ni quién es. A medida que transcurra el relato nos irán brindando información a cuentagotas que nos darán una mayor idea de quién es el personaje. Igualmente, no sabremos demasiado sobre el personaje al final del relato pero sí podremos ir viendo vestigios de la vieja vida del protagonista que nos harán empatizar con él. Mikkelsen hace un trabajo superlativo, ya que casi la totalidad del largometraje lo tiene a él en soledad haciéndole frente a la narración de una forma naturalista/realista. No tendremos muchos datos otorgados mediante diálogos o soliloquios del personaje sino que la película prioriza, más que nada, que se nos transmita la información de forma visual y puramente cinematográfica. Esto embellece al relato que además explota la soberbia labor de Tómas Örn Tómasson en la gélida fotografía del film y nos hace sentir aislados y abandonados al igual que el personaje principal.
Quizás, la película pierda fuerza y se la sienta un poco extensa promediando el segundo acto del film pero igualmente sobre el final vuelve a tomar ritmo para brindar una conclusión acorde a las circunstancias.
“El Ártico” vuelve a traer en su mejor forma a este subgénero de películas de supervivencia donde hemos visto miles de relatos asombrosos de individuos solitarios tratando de sobrevivir en distintos escenarios, como “127 Hours” (2010) o “Cast Away” (2000) a modo de ejemplos rápidos. Sin embargo, esta propuesta asombrará por su realismo y por su extrema sensibilidad, además de una interpretación impresionante de Mikkelsen.