Fueron más de treinta años donde la industria cinematográfica produjo miles de películas mudas. Desde los Lumiere hasta The Jazz Singer, primera película hablada, el cine se valió solamente de imágenes para narrar. A partir de la aparición del cine sonoro se produjo un cambio total en los diseños de producción donde todos debían adaptarse al cambio o desaparecer. Si bien el cine sonoro convivió algunos años con el cine mudo, la desaparición de este último era algo inexorable. Era una primera muerte del cine, o al menos una muerte de una manera de hacer cine.