Singular este año las nominaciones al Oscar con dos películas que homenajean al cine como pocas lo han hecho. Por un lado Hugo hablando de los que arrancaron con todo desde la primer película, y ahora El artista mostrando como fue la era blanco y negro.
En ambos casos no son documentales, son poemas sobre esas épocas. Curioso que sean del mismo año, pero realmente gratificante que se hayan realizado.
El artista es blanco y negro y también muda (pero musicalizada) y eso no es lo curioso… lo mejor es que logra mantener el relato y el encanto en toda la película.
Uno tiene que dejar pasar 5 minutos y ya se queda con el lenguaje mudo del cine adoptado. Puede haber alguna desesperación por alguna boca que se mueve y no le ponen el cartel de palabras, pero eso era parte de lo que sufrían los espectadores de ese entonces.
Es encantador ver El artista. Y no confundir con que queremos ver más películas así mudas y en blanco y negro. Una por década está bien :) aunque recuerdo La última locura de Mel Brooks que fue hace siglos parece (y que vi en la tele... no en un cine) que también era muda pero buscando el lado ridículo de todo eso hoy día.
Uno valora y entiende también con El artista que las actuaciones nada tenían que ver con las de hoy día, por toda la gesticulación necesaria. Un Robert Pattinson en esa época se hubiera muerto de hambre.
La fotografía es muy buena y ciertos planos son maravillosos.
Las actuaciones son increíbles, y la “argentina” es realmente encantadora. El protagonista maneja muy bien sus dos tiempos, el de la gloria y la del olvido, y como dato curioso parece Leonardo Sbaraglia en blanco y negro.
Quizás unos 10 minutos menos hubiera sido ideal.
El artista es para tener otro recreo en el cine, para disfrutar una experiencia singular de ver una película “vieja” pero que no deja de ser en si una historia encantadora para la época actual.
El artista también dignifica las nominaciones a los Oscar de este año.