La llegada del sonido al cine de Hollywood, terminando la década de 1920, marcó un antes y un después en la industria, no solo en lo económico, sino también en la manera en la que todo comenzó a mirarse, tardándose algunos años para poder encontrarle sentido y un uso enriquecedor a esa nueva herramienta. El cine mudo era el pasado, la nueva atracción era poder escuchar la voz de los actores. Este es el ámbito en el que "The Artist" se desarrolla, brindándole al espectador una experiencia que remite a esos viejos tiempos y que ejemplifica la crisis tras la aparición importante del sonido en las grandes producciones.