El estupendo director de Entre les murs o Recursos Humanos vuelve a interesarse por la dinámica entre los distintos actores de un aprendizaje. El atelier se mete en la de un grupo de adolescentes que participan de un taller literario, dictado por una escritora exitosa -Marina Foïs-. Allí hay chicos que vienen de contextos sociales difíciles, y entre todos juegan, o trabajan, a construir una ficción. Habrá tensiones, entre ellos y con la profesora, que van ganando terreno en esos juegos de palabras, y no mucho más hay, y conviene, decir sobre el argumento. Sí, una película francesa de gente hablando, pero filmada por un director que ha demostrado su capacidad para hacer de eso un artefacto tan atrapante como cualquier ficción bien contada. Aunque El Atelier es menos ágil y atractiva que sus films anteriores, más áspera y densa, en su dispositivo intelectual puesto en escena.