Laurent Cantet vuelve al cine con una historia que en una primera repasada posee muchos más puntos en común con “Entre los muros” que con sus predecesoras.
Un grupo de adolescentes sin futuro aprenden a través de la escritura a potenciar sus habilidades o, directamente, dejarlas de lado. Sin la profundidad a la que nos tiene acostumbrados, esta irregular película no vuela como las anteriores, pero vuelve a reposar su mirada en los jóvenes y las posibilidades de un futuro.