En algún lugar de Buenos Aires, un joven vuelve a su hogar luego de perder su nuevo empleo en un supermercado. Ignorando qué va a pasar con su futuro, Exe tiene una sola preocupación: que alguien le preste el celular o al menos una computadora. Algo que parece tan sencillo de conseguir hoy en día, se complica cuando se da cuenta que a todos sus amigos se les estropearon los teléfonos y las máquinas parecen haberse puesto de acuerdo para no tener internet. Solucionando este problema, son las tecnologías las que logran que este porteño conozca a Alf, un chico de mozambique, cuyo trabajo no parece ser el mejor de todos pero aunque sea le permite sobrevivir.