Engendro mutante. Así se podría definir a la versión 2011 de El Avispón Verde. No es que sea una atrocidad inmirable, pero tampoco hace las cosas demasiado bien. En todo caso el mayor problema con esta adaptación del héroe radial creado por George W. Trendle en 1936 (y cuya historia de origen contamos en la review del filme de 1976), es que el ego del productor, guionista y protagonista Seth Rogen ha inundado todo el proyecto hasta pulverizar toda demostración de personalidad y talento de los artistas involucrados. Cuando Rogen está distraído o callado, el director Michel Gondry amenaza con convertir a El Avispón Verde 2011 en una película decente a través de raptos de imaginería visual... pero esos esfuerzos apenas duran un puñado de minutos y el milagro nunca termina por darse. Y siempre terminamos por regresar a las garras de Rogen mientras deseamos que algun villano le dispare una bala en la cabeza o algún directivo de la Columbia se de cuenta de lo que ocurre, lo despida y ponga a otro tipo más centrado en el puesto de protagonista y libretista.
Seamos sinceros: esta adaptación olió a podrido desde el principio, desde el momento que escuchamos que a algún alto ejecutivo de estudio de Hollywood se le ocurrió que Seth Rogen - el mismo tipo de Superbad y Pineapple Express - debía estar a cargo de una nueva versión de El Avispón Verde. Rogen comenzó a buscar socios para la aventura pero la gente huía del proyecto - como Stephen Chow, atachado en algún momento como co protagonista y director, o Nicolas Cage, eventual candidato para el papel del villano - y, de algún modo, consiguió que tipos tan talentosos como Michel Gondry (de Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos y La Ciencia del Sueño) así como Christoph Waltz (Bastardos Sin Gloria) se subieran al carro. Bah, los inundaron con dólares como para anestesiar sus remordimientos de conciencia.
Seamos claros: yo no tengo problemas con Rogen ni con el estilo de su humor (he disfrutado mucho de sus filmes), ni con el concepto de que El Avispón Verde sea reimaginado como comedia. Pero unir ambas cosas suena a bizarro e incompatible. Los puntos de rechazo pasan porque a) el humor drogón y fiestero de Rogen no es el más adecuado para una sátira de super héroes; b) un tipo feo, gordito, blanco teta, con dientes desparejos y físico fofo es la antítesis del modelo mental que uno se hace del personaje, y que se basa en la interpretación que hizo Van Williams para la serie de 1966. Rogen no es un actor camaleónico (ni siquiera es uno con cierto rango), y como libretista es bastante limitado. Lo suyo es siempre lo mismo y aquí lo demuestra. Seth Rogen hace de Seth Rogen, mira tetas, culos y hace chistes desubicados, y aún estando más flaco no logra dar con el perfil de heredero millonario convertido a superhéroe. Cada vez que Rogen está en pantalla pasa desapercibido como un travesti en un colegio de monjas. Y llega hasta un punto en que bordea lo irritante. Porque Rogen se escribe parlamentos muy largos y algunos de ellos son anodinos. La cámara se centra demasiado en él, y el resto (con la excepción de Jay Chou, que se la apaña para tener algo de luz propia) desaparece en su sombra. Ni Cameron Díaz ni Tom Wilkinson ni Christoph Waltz ni Edward James Olmos pueden hacer algo con sus personajes. Están muy mal escritos y sólo son figuras decorativas para que Rogen dispare sus seudo genialidades. Todo esto me hace acordar a las comedias de Adam Sandler, en donde el bufo contrata grandes actores en decadencia para denigrarlos de todas las maneras posibles. Acá Rogen no los rebaja directamente, sino que los desmerece de manera más sofisticada. Cualquier actor de segunda o tercera categoría podría haber ocupado esos papeles y no habría afectado en lo más mínimo la efectividad del filme.
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El otro problema que lastra seriamente a El Avispón Verde 2011 es que ni siquiera Britt Reid es un personaje mínimamente interesante. Es un fiestero drogón que se mete a super héroe sólo porque busca una vida más excitante, y ni siquiera es un tipo convencido de su causa justiciera. Para colmo, es un super héroe absolutamente incompetente, ya que todos los méritos se los lleva Kato (¿dónde se vió a un mayordomo con conocimientos de ingeniería y que pelee como los dioses?). No hace un plan como la gente, no diseña nada, no pelea de manera decente, ni siquiera es valiente. En realidad todo el heroísmo de la película pasa por Jay Chou, y Rogen se dedica a meter chistes en cualquier situación, sin importar lo abominable que sean.
Por suerte hay momentos en Rogen se calla o no está en escena, y es cuando Michel Gondry toma las riendas visuales de la película. Gondry se las apaña para crear persecuciones y peleas excitantes utilizando todos los medios posibles - desde pantallas divididas hasta un Kato Vision que es una mezcla entre las peleas mentalmente planificadas de Sherlock Holmes y el bullet time de Matrix -, y logra despacharse con un delirante clímax. Pero el manejo de Gondry también termina por refrendar los problemas internos del filme, y es que nunca termina de ser exitoso en ningún aspecto. Tras una gran persecución viene un momento de forzada seriedad o de comedia mediocre, la historia nunca termina de enganchar a la audiencia, los personajes son anodinos, y la trama (llegado un punto) termina por hacerse eterna. 119 minutos de Seth Rogen termina siendo demasiado.
Por donde se la mire El Avispon Verde 2011 es mediocre. Es un licuado de ideas y estilos que no termina de cuajar, comenzando por un intérprete inapropiado para el papel principal y siguiendo por un libreto plagado de personajes superficiales. Es cierto que hay algunos momentos graciosos o excitantes, pero son los menos. En lo personal le diría que la deje pasar hasta que aparezca en video o, mejor aún, que la emitan por cable. Es un filme que uno puede ignorar olímpicamente sin haberse perdido nada demasiado importante en la vida.