Un aguijón que inyecta diversión...
Para serles sincero, jamás leí acerca de El Avispón Verde, aquel personaje surgido en un formato radial para dar vida a un comic y serial cinematográfico, menos aún tengo recuerdo de haber visto capítulo alguno de la serie televisiva, medio por el cual es aún recordado. Mi memoria en este caso es precisamente auditiva, sólo asocio al enmascarado por el legendario leitmotiv musical, “El Vuelo del Moscardón”, aquel interludio de Korsakov utilizado en films como Claroscuro, sobre la vida de David Helfgott e inclusive Kill Bill, a modo de sus reiterados homenajes y visualmente sólo por los títulos iniciales donde el dibujo de un moscardón y siluetas psicodélicas cual el espiral de Vértigo se trasladaban y rotaban estáticas sobre la pantalla del televisor. Por lo tanto en ésta nota, no puedo más que darles mi parecer sobre la experiencia cinematográfica vivida al ver la obra dirigida por el francés Michel Gondry.
La historia se centra en Britt Reid, un ricachón, vago, hijo del dueño de un diario denominado “El Centinela”, quien debe hacerse cargo de los negocios familiares, específicamente de la jefatura en redacción de la compañia. Las reminiscencias entre Bruno Diaz y Britt Reid son notables, dos seres despreocupados, huérfanos, uno jóven y otro de adolescencia tardía, a quienes trágicos acontecimientos los empujan a tomar las riendas de sus antecesores. Ambos deciden combatir la violencia reinante en la ciudad adoptando una vestimenta y nombre de superhéroe, seguidos de un partenaire, con vehículos fascinantes a prueba de inimaginables obstáculos y repletos de ingeniosas armas incorporables. La gran diferencia que radica entre ambas propuestas es el enfoque, el producto cinematográfico de Batman ya ha sido encarado con diversas tonalidades, géneros fuera de la acción reinante (comicidad o solemnidad), historias aleccionadoras y con discursos que se acercaron al ridículo. El Avispón…como personaje, no está claramente a la altura de uno tan complejo como Batman, por su psicología, los entramados sociales y diversas interpretaciones que podemos darle tanto a él como a sus villanos. La propuesta aquí radica en plantear que dentro de un personaje que nace como un antihéroe puede tambien existir un héroe, el enfoque apunta claramente a la comicidad, no podría ser de otra manera mientras que esté involucrado en el guión Seth Rogen (el nuevo capo cómico surgido del mundo Apatow), quien colaboró en la escritura de Supercool, Drillbit Taylor y Pineapple Express, sus gags rozan lo grotesco, algo inusual en un film apto para audiencias de menores, gran cantidad de chistes con referencia a la homosexualidad planteada implícitamente entre amigos, una pelea memorable entre El Avispón y su acompañante Kato (Jay Chou) a las trompadas limpias, apenas por debajo de la recordada en Sobreviven de John Carpenter (al menos la mejor que recuerde encima por su extensa duración).
El Avispón…brinda un amplio despliegue de secundarios, a Christoph Waltz (el multipremiado Hans Landa de Bastardos sin Gloria) como Chudnofsky, un matón de antaño a quien los nuevos tiempos lo tienen preocupado por su imagen, planteado en uno de los mejores diálogos del film que tiene cabida en los minutos iniciales con un cameo de James Franco. Cameron Diaz, como la generadora de interferencias sentimentales entre el duo de heroes, con un rol pequeño, a medida, y del cual sale más que bien parada. Edward Furlong, alias John Connor en T2, a quien es siempre grato poder volver a ver en pantalla grande. Edward James Olmos, muy desaprovechado y Tom Wilkinson, con correctos escasos minutos de aparición.
Ahora, qué es lo que atrae de esta propuesta, si es burlona, para no ser tomada en serio, según lo que he leído una masacre del original…a mi parecer, no es más que el funcionamiento como un “gran divertimento cinematográfico”.
Gondry, un director versátil, de quien podría decirse siempre tuvo proyectos bien cuidados estética y visualmente, pero de los cuales a veces sus contenidos son pobres, habiendose convertido en un director reconocido gracias a Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos. En el mundo de Gondry, la estética era un pilar fundamental, llevó a extremos situaciones hipotéticas de la psiquis humana en Human Nature, La Ciencia del Sueño y Eterno.., homenajeó al extinto formato de video hogareño en Rebobinados, y aquí se metió de lleno en algo inusual para su carrera, un nuevo desafío, llegar a grandes audiencias, con un enorme presupuesto y una edición que funciona como un relojito.
Algo indiferente que nos trae como extra el film, es la utilización de ahora hiper explotado 3D, nunca más innesario, desaprovechado, tecnología que sinceramente ya escapa de mi agrado, personalmente me genera molestia la acción de tener que utilizar anteojos, tener que movilizar mi rostro en distintas direcciones o el enfocar contínuamente.