Estuvimos en la función privada de la película El Ayuno dirigida por Dennis Smith. Se trata de la segunda película del director. La anterior fue Roud Muvi co-dirigida con Alejandro Welsh y estrenada en el 2009 con muy buena recepción por parte del público.
El ayuno se origina en un proyecto que fue premiado por el Fondo Nacional de las Artes y declarado beneficiario dentro del marco de la Ley de Mecenazgo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y ha obtenido el premio al Mejor Guión en el Festival de Cine de Saladillo con un jurado conformado por Vanesa Ragone (El Secreto de sus ojos), Sandra Gugliota (Las vidas posibles) y Alejandra Marino (Franzie). Ha sido realizado en forma totalmente independiente y demandó 80 horas de trabajo y un presupuesto de $11.700.
Hay en el director y en su equipo un interés en experimentar con la utilización de elementos propios del teatro y del cine que ya se evidenciara en su anterior film. Nos cuentan que El ayuno "fue ensayada durante 8 meses y su guión fue creado a partir de improvisaciones, emulando la gestación de tantos proyectos teatrales del panorama porteño. Ambos motores (el tiempo de ensayo y la génesis del guión) difieren de la norma del ámbito cinematográfico" . Sin duda, esta forma de trabajo le está dando a Dennis Smith muy buenos resultados. Es grato para el espectador encontrarse con personajes sólidamente constituídos y en cuya construcción se han aprovechado, seguramente, las características más interesantes de cada una de las actrices.
Estamos acostumbrados a notar que en el cine y más aún en la televisión, se filma "de una" con muy poco o ningún trabajo con el actor. Algunos dicen que lo hacen porque no cuentan con el tiempo que sería necesario y otros argumentan que lo hacen buscando "frescura" o "naturalidad" en las interpretaciones. Salvo contadas exepciones, esto solo da resultado en películas documentales o donde el director se contenta con que los protagonistas "hagan de ellos mismos", en los demás casos y principalmente en los film basados en textos literarios donde los personajes requieren de una corporalidad definida, más que frescura se logran actuaciones que dejan mucho que desear. Por suerte, el camino que siguió el director de El ayuno ha sido muy distinto. El eficaz trabajo previo con las actrices en los ensayos contribuyó a la elaboración del guión y a crear las características de cada uno de los personajes de tal forma que perfectamente uno podría imaginarse el desarrollo de otros relatos a partir de las características y situaciones individuales. Las limitaciones técnicas y de presupuesto se compensan con buenas composiciones de las imágenes, un relato entretenido y un excelente y parejo nivel en las actuaciones.
La elección de la sala resulta acorde al tono intimista del film y a la idea de acercar teatro y cine considerando que es un espacio tradicional de teatro que está cumpliendo dos años como sala de cine alternativo y en la que Dennis Smith estrenara en el 2009 su opera prima.
El domingo 30 de enero es el estreno de este largometraje que se exhibirá una vez por semana durante dos meses, al modo de las obras teatrales, los domingos a las 20:30 en el Camarín de las musas, Mario Bravo 960, Ciudad de Buenos Aires.