El abismo de la felicidad.
El filme sobre la obra del escritor chileno Antonio Skármeta fluctúa al intentar buscar el tono justo. Tiene el potencial para ser un buen drama romántico, a cargo de tres personajes estragados y con muchas ganas de mejorar su vida. Pero las pinceladas de un humor no siempre logrado, la apelación al realismo mágico o el drama que esconde la mudez de una de las protagonistas, hija de desaparecidos durante la dictadura de Pinochet, entre otros, resulta una superposición de temas. En el medio quedan las actuaciones de Ricardo Darín, como un legendario ladrón de cajas fuertes; Abel Ayala como su joven y romántico discípulo y una conmovedora Miranda Bodenhöfer, como la bailarina Victoria. Juntos logran los momentos más emotivos, con efectivas dosis de lirismo.