El popular personaje regresa por tercera vez a la pantalla grande en “El bebé de Bridget Jones”.
Renée Zellweger vuelve a su clásico personaje en El bebé de Bridget Jones, la cinta en la que la heroína queda embarazada, aunque no está segura quién es el padre de la criatura, si Jack con quien tuvo un romance pasajero o Darcy con quien protagonizó un reencuentro amoroso. Para colmo, ambos hombres quieren hacerse cargo y esto deriva en un impensado y bizarro triángulo.
La Bridget de esta cinta mantiene la esencia que la hizo carismática y única. Aunque la interpretación de Zellweger la presenta a su manera, más madura y cerebral. Patrick Dempsey, gran elección como el caballero inglés que irrumpe en la vida de la mujer y Colin Firth aporta estilo y nostalgia. Con momentos que homenajean a las anteriores películas y un ritmo narrativo que hacen ligeras las dos horas de metraje, el filme es tan divertido, tan inglés en su humor y tan clásico que no desentona para nada con sus predecesores. A pesar de los 15 años que la separan con la anterior cinta de la saga, la trama encaja perfecta, cual pieza de rompecabezas y resultará obligatoria para toda una generación que creció y se enamoró al ritmo de la compradora Bridget.