Una chica norteamericana busca a su hermana gemela perdida en un bosque cercano al Monte Fuji. Una travesía fantástica en la que lo sobrenatural se da la mano con las apariciones fantasmales y un juego de "espejos". El film tiene algunos buenos momentos pero el final decepciona.
Nuevamente un bosque se convierte en el escenario para desarrollar el terror en esta película del director Jason Zeda que funciona como un viaje fantástico donde lo sobrenatural se da la mano con las apariciones fantasmales, las apariencias engañosas y el juego de "espejos". Y no es casual que la historia esté protagonizada por dos hermanas gemelas. En la trama, Sara -Natalie Dormer, la actriz que participó enLos juegos del hambre: Sinsajo- Parte 1 y 2, y en las series Los Tudor y Juego de Tronos- es una chica norteamericana que viaja a Japón en busca de Jess, su hermana gemela desaparecida -con quien mantiene un lazo emocional profundo- en el bosque Aokigahara, en la base del Monte Fuji.A pesar de la advertencia de los lugareños de “no salirse del camino”, Sara entra al bosque dispuesta a encontrar la verdad sobre lo ocurrido junto a Aiden -Taylor Kinney-, un joven aventurero que escribe para una revista australiana sobre turismo y a un guiía oriental. Con este esquema el director -también guionista del film de terror The Houses October Built- va construyendo un relato en el que el miedo a lo desconocido funciona mejor en la primera parte que en su segundo tramo. En ese sentido, resulta inquietante la llegada de la protagonista a una suerte de morgue improvisada, los susurros del "más allá" que la atormentan, la escena de la carpa en medio de la espesura del bosque y la presencia de diabólicas colegialas porque que su hermana es profesora de un instituto.Entre árboles amenazantes y un sendero sin rumbo, la película también prosigue su marcha con los conflictos de las dos jóvenes durante su niñez, apariciones fantasmagóricas que sobresaltan al espectador y un escenario natural habitado por presencias que vigilan, almas atormentadas que asedian a cualquiera que entra en ese lugar prohibido y elegido por muchos para suicidarse. El bosque siniestrono profundiza demasiado en ese tema y hereda el clima de algunas producciones asiáticas de terror que marcaron tendencia años atrás, pero remata con un final flojo que saca intriga y misterio.