Un thriller con fantasmas y suicidas
Natalie Dormer, más conocida como Margaery Tyrell de Game of Thrones, es el gran hallazgo de esta película de terror, que entretiene pero pierde el rumbo. Con una actriz menos talentosa y carismática, al espectador no le resultaría tan fácil involucrarse en la historia de Sara, una joven que viaja a Japón al enterarse de que su hermana gemela, Jess, desapareció en el bosque Aokigahara, en el que mucha gente se suicida y que se supone lleno de fantasmas. Sara entrará allí, a pesar de las advertencias, acompañada de un guía local y un periodista australiano con motivos dudosos.
El bosque siniestro resulta entretenida con su juego entre el thriller psicológico y lo paranormal, apoyada en la muy buena actuación de Dormer. Los mayores problemas llegan en la segunda mitad del film, cuando todo debe resolverse, para bien o mal. Entonces la ambigüedad se diluye, aparecen los clichés y se pierde el interés.