El Bosque Siniestro (The Forest) es una historia de terror situada en un famoso bosque japonés elegido por los suicidas. Es el primer largometraje de Jason Zada, para protagonizarlo viajaron Natalie Dormer y Taylor Kinney, ambos más reconocidos por su imagen que por sus dotes interpretativos.
Mar de Árboles
Aokigahara, conocido como Mar de Árboles, es un bosque de 35 km2 ubicado en la base del Monte Fuji en Japón y está asociado históricamente con demonios de la mitología japonesa. Además de ser un sitio turístico es el segundo lugar preferido por los suicidas a nivel mundial, llegando a encontrarse un centenar de cadáveres por año y apareciendo en el Manual del Suicida como un sitio recomendado. En algún punto su reputación cruzó el océano y como ya ha sucedido antes en un mismo año se hicieron dos películas con su historia, ambos sin buena recepción.
Dormer interpreta a las gemelas Sarah y Jess, pero por suerte dejaron morocha a Jess para que no nos confundamos. Jess es la hermana atormentada, la que no encuentra su camino y en el intento de encontrarlo se establece en Tokio. Sarah es la centrada, la que se hace cargo de los problemas de su hermana, la que ofrece una cena elegante para los jefes de su pareja. La Rubia.
No es poco común que los gemelos afirmen tener una mutua conexión que les permite saber el ánimo del otro a distancia, por lo que cuando Sarah recibe noticias de que su hermana desapareció en el bosque y la presumen muerta, ella viaja inmediatamente para rastrearla convencida de que está viva aunque en peligro. Después de las obligadas muestras de “rarezas” japonesas en Tokio y una recurrente pesadilla con una carpa en un sótano para la que curiosamente no usaron la misma toma que en el trailer, la escéptica Sarah llega al infame bosque buscando un guía que acepte ayudarla pero nadie se muestra dispuesto a entrar al bosque con ella. Como es de esperarse esa ayuda vendrá de mano de otro occidental, un periodista que le ofrece compartir el guía a cambio de dejarle escribir sobre su historia.
Pesadillas y alucinaciones
Como explica el guía local antes de entrar, los yūrei no son tan diferentes a los fantasmas occidentales, pero siendo japoneses es de esperar que sean un poco mas sutiles. Los residentes de este bosque siniestro son estrictamente etéreos y no pueden dañar a los vivos físicamente, por lo que utilizan el engaño, la tortura psicológica y la locura para presionarlos a autoinflirgirse daño y quedar atrapados con ellos. La premisa es interesante y construye una mitología medianamente coherente, pero toda esa fuerza se siente diluida por la necesidad de causar sobresaltos en vez de profundizar los motivos y mecanismos que tiene el bosque para atrapar a determinadas personas que se sienten atraídos a su interior. Tenemos alguna idea de quienes son más vulnerables a su influencia, de por qué las gemelas son parte de ese grupo y de por qué no es un capricho ese vínculo ente ambas, pero aunque tampoco es necesario saber cada detalle, todo se queda en una insinuación tibia. Porque aunque por momentos intenta ser una película climática que genere nerviosismo y miedo con las sutilezas de lo que implica la situación más que por lo que se muestra explicitamente, siempre termina cayendo en el impacto burdo que arruina el clima creado momentos antes. Los aciertos del guión no alcanzan a tener contundencia y las actuaciones acartonadas tampoco ayudan a que se lo tome demasiado en serio, por lo que resulta un poco mas rescatable es el tratamiento visual que recibe el bosque, el gran personaje de la historia que durante el día tiene una misteriosa e inquietante belleza y por el que la cámara se mueve fluidamente entre los árboles acompañando la búsqueda de la hermana perdida.
Conclusión
Luces parpadeantes ………………………. CHECK
Susurros inaudibles………………………… CHECK
Gente apareciendo de golpe……………… CHECK
Personaje que advierte del peligro……….. CHECK
Eye-Candy que lo ignora………………….. CHECK
Agregar “Siniestro” o similar para que
el público entienda que es una de terror …. CHECK
Juntar todo en una historia interesante……. FAIL
A pesar de tener una premisa potencialmente interesante y algunas ideas capaces de diferenciarla del promedio, El Bosque Siniestro es una película de manual pobremente resuelta que pretende explotar el estilo japonés sin atreverse a abandonar los lugares comunes de Hollywood, quedándose a mitad de camino de ambos. Seguramente escrita y dirigida por alguien que realmente entienda la mitología que representa y la cultura que la generó, hubiera resultado en un producto mucho mas interesante.