Sophie es una pequeña niña huérfana. Pasa las noches rondando por el hogar, ordenando las cosas y leyendo. Pero todo cambia cuando una noche decide romper las reglas de un cuento, y es atrapada por un gigante con el que simpatizará rápidamente. Ahora, en La Tierra de los Gigantes, Sophie y su nuevo amigo BAG deberán atrapar sueños y esconderse del maltrato de otros gigantes, que lejos de ser amistosos, comen gente. Sophie y BAG deberán detenerlos cuando los gigantes carnívoros empiezan a secuestrar personas en Inglaterra.
Siempre que Steven Spielberg estrena un nuevo film, es un acontecimiento. Ya sea si son de corte serio con aspiraciones a temporada de premios, o sin mayores pretensiones que sólo las de entretener, cada película suya llama la atención y merece ser vista. El Buen Amigo Gigante pertenece a este segundo grupo, y desde luego, no decepciona.
Esta película se encasilla en el grupo de “criatura fantástica amistosa”, categoría que le calzarían perfecto a varias realizaciones de Steven Spielberg, y que, de hecho, las semejanzas que encontramos entre El Buen Amigo Gigante y ET saltan de inmediato.
Pero con esto se da un problema, que es lo que le va a terminar jugando más en contra al film de cara a la taquilla. Porque si bien hay personajes ficticios, aventura (aunque a veces se parece más a un videojuego de plataformas que a una película) el tono del film queda poco definido. Por un lado nunca hay una amenaza real para los protagonistas, y sabemos que siempre saldrán ilesos por más peligrosas que pueden ser las situaciones.
Pero el mayor defecto viene cuando pese a parecer un film infantil, no lo es. Los más chicos quizás hasta se aburran con una película, que no sólo peca de ser larga para lo que cuenta, tampoco presenta personajes carismáticos, y el tono de humor y comedia no pasa más de golpes o flatulencias. Y para los chicos un poco más grandes, seguramente se sentirán tentados por ir a ver a tortugas expertas en artes marciales, o películas con explosiones e invasiones extraterrestre.
Este tono poco definido hace que si bien la idea y la realización en general sea buena, quienes más van a disfrutar en la sala de cine son los adultos que tienen un niño interno. La generación que creció viendo ET o más cerca en el tiempo, El Gigante de Hierro, va a salir de la sala con una sonrisa de oreja a oreja, pero seguramente muchos lleven a sus hijos o a los más pequeños de la casa y estos son los que se van a terminar aburriendo.
El Buen Amigo Gigante es una buena película, de una factura técnica impresionante, pero con un guión bastante simple que nunca llega a impactar demasiado en el espectador. Esto, sumado a que no se sabe a qué tipo de público quiso apuntar Steven Spielberg, hacen de la película una apuesta incierta a la hora de ir al cine acompañando a los nenes de la casa.