Prácticamente 4 años pasaron para que podamos volver a ver a Steven Spielberg en una producción de este estilo, siendo la última "The Adventures of Tintin", en 2011. Claramente no es un director reconocido por este tipo de producciones, que si bien logran aceptables críticas no llegan al poderío de otras, como por ejemplo la reciente cinta “Bridge of Spies” o la clásica “Jurassic Park”. Lo cierto es que Steven cada tanto merodea en este tipo de producciones animadas, familiares y dirigidas principalmente a un público infantil.
En esta ocasión se nos presenta con una película que, a priori, nos deleitaba con imágenes extraordinarias de un mundo gigantesco y, aún sin estar muy clara, una historia madura para público general. Sí, estamos hablando de la nueva producción de Disney “El Buen Amigo Gigante”, adaptación de la novela homónima de Roald Dahl, "Big Friendly Giant" (BFG) que vio la luz en 1982 y que este año lanzo una nueva versión que se puede conseguir por unos pocos dólares en Amazon, aprovechando el estreno de la película. Al no ser un material muy conocido en nuestra región, trataremos de dividir la crítica entre quienes leyeron el libro y quienes no, comenzando por estos últimos.
“Un mundo gigantesco, no tan gigantesco”
Sin duda uno de los puntos que más nos decepciono de la producción, es el de las locaciones. Fuimos preparados para una película que nos deleite por su cantidad y calidad de paisajes, pero lejos quedamos de ello. La cinta transcurre en su mayoría en las mismas 3 o 4 locaciones que no son explotadas al máximo en su ambiente, salvo la de BFG que realmente es la más atractiva y otra que no entramos en detalles para no spoilear, pero que es realmente hermosa aunque apenas dura unos minutos y no volvemos a pisarla nunca más en el imaginario mundo de “El Buen Amigo Gigante”. Que estructuralmente nos hacen sentir que estamos ante algo gigante, es claro, pero visualmente esta hipótesis se derrumba rotundamente.
Así como criticamos el punto anterior, debemos alagar el CGI. No es “El Libro de la Selva” ni “Warcraft”, pero sin duda está entre los mejores del año. La puesta en escena entre humanos, gigantes y locaciones están muy bien realizadas, aún con escenas que podrían demostrar flaquezas ante la dificultad de las acciones, la producción no decae y mantiene un nivel óptimo.
Basándonos en la adaptación, no hay nada para reprochar. La producción representa las distintas locaciones de la novela con exactitud, agregando en varias de ellas detalles y dimensiones que no se pueden ejemplificar en un libro.
Finalizando el apartado técnico, destacamos la banda sonora con música principalmente orquestal que sin ser abundante, encaja perfectamente en las escenas que lo requieren. El vestuario, visto desde el punto de la adaptación, es idéntico al de los gráficos de la novela en todos los personajes.
“De la madurez a la niñez”
Cortita y al pie, esta frase describe a la perfección el desarrollo de la historia de “El Buen Amigo Gigante”. Una trama que a lo largo de los minutos, y casi en su totalidad, se mantiene en un perfil de madurez extraordinario pero que recae en un nivel de niñez imperdonable sobre el final. Lamentablemente esto hace que nada quede claro. Ni a que público apunta la producción, si el desenlace vergonzoso es adrede o involuntario ante la falta de recursos imaginarios o si simplemente la producción se llevó a tal punto de madurez que no quedo otra que “salvarla” de esa forma. La realidad es que nos deja atónitos y, perdonando la palabra, con una expresión de WTF ante semejante cambio de línea argumental, sin anestesia.
Sumado a lo anterior, el interesante guion recae en los pecados de la trama. Principalmente consumido por BFG y Sophie nos encontramos con una lectura difícil de llevar para cualquier niño, dado que como BFG tiene algunos inconvenientes para hablar, las palabras son desarmadas con un predominio gramatical de la primera persona del singular que encima por momentos se expande a otros personajes con el fin de agregar el recurso de la comedia y siguiendo los lineamientos de la novela.
Al igual que el apartado anterior, si nos basamos en la adaptación, Steven Spielberg no deja cavo suelto y representa hoja por hoja la novela en esta producción. ¿Acierto o error? Un poco de ambos. Para el libreto, la adaptación está realizada ejemplarmente, pero para quien no conoce o no sabe que es justamente una adaptación el resultado puede resultar catastrófico ante semejante fidelidad.
Sin duda el punto más alto de la producción recae en las relaciones que forma. Flaquea un poco en el desarrollo de los personajes en sí mismos, pero brilla en las relaciones que forman entre sí, donde claramente se destacada la de BFG y Sophie que se va transformando a lo largo de los minutos, generando entre ambos un conjunto donde cada uno solapa los defectos del otro y aumenta exponencialmente las cualidades.
“El Buen Amigo Gigante” o “BFG” en su título original, es una adaptación prácticamente perfecta de la novela de Roald Dahl. Como película, la distribución mundial le juega una mala pasada en regiones de desconocimiento del autor o la obra, dejando una producción que podría catalogarse como “para el olvido” a raíz de los puntos mencionados anteriormente.