Mientras la cartelera mundial se prepara para despedir el año a lo grande con la lluvia de espectadores que supone la space opera de Disney y LucasFilm, esta semana aterriza en nuestro país un nuevo thriller con una premisa familiar y reminiscencias al cine clásico. Se trata de El Buen Mentiroso (The Good Liar), dirigida por Bill Condon y basada en la novela homónima de Nicholas Searle.
Ambientada en 2009 en Londres, la historia nos presenta a Betty (Helen Mirren) y Roy (Ian McKellan), dos ancianos viudos con un buen pasar económico que se conocen a través de una aplicación de citas. Luego de dejar en claro que ambos han mentido con algunos pequeños detalles de su vida, deciden continuar construyendo su relación. Pero las cosas parecen ir a pasos agigantados cuando la confiadaBetty le ofrece a Roy hospedaje en su casa. Ante la mirada condenatoria de su nieto (Russell Tovey), quien está convencido de que Roy no es quien dice ser, la anciana avanza despreocupada por una telaraña de secretos, estafas y cuentas bancarias.
El guionista de la adaptación de Chicago y director de los musicales Dreamgirls y la versión live-actionde La Bella y la Bestia, como así también de la ampliamente reprobada saga Crepúsculo, propone en esta oportunidad un thriller psicológico enrevesado, cuya trama forzada a encajar con la revelación del acto final a como de lugar se ve salvada casi en su totalidad por las brillantes actuaciones de la dupla protagonista. Ver a dos interpretes ingleses tan sofisticados y solventes como McKellan y Millerjugando al gato y el ratón en una típica historia donde nada es lo que parece, representa sin duda un deleite para los amantes del suspense. El tono amable, la cuidada puesta en escena y la estética que remite al cine clásico hitchcockiano, posibilita que le demos una oportunidad y continuemos con el visionado a pesar de las varias inverosimilitudes presentes desde un comienzo. Por supuesto, la vuelta de tuerca del film es fácilmente anticipable, aunque aquello no sería un problema si la adaptación a cargo de Jeffrey Hatcher (quien ya había trabajado con el director en el guion de Mr. Holmes) se hubiese asegurado de plasmar un relato sólida en vez de calcar al pie de la letra lo pautado en la novela.
El Buen Mentiroso es una película formidable tanto desde su repertorio como en el aspecto técnico y su hábil realización. Lamentablemente, aquí el material llevado a la pantalla grande no es de lo mejor y los esfuerzos por darle un sentido más profundo a través del elemento histórico y sus escenas retrospectivas resultan decepcionantes.