Un verdadero dúo de peso se encarga de llevar adelante “EL BUEN MENTIROSO”.
Roy Courtnay (Ian McKellen) es un estafador profesional que no puede creer su suerte: ha conocido online a la adinerada viuda Betty McLeish (Helen Mirren). A medida que ella le abre su corazón, Roy se sorprende a sí mismo al darse cuenta de que alberga sentimientos hacia ella, convirtiendo lo que debería ser una estafa fácil y sencilla en una de las situaciones más complejas de su vida.
Inspirada en la novela homónima de Nicholas Searle publicada en 2016, esta cinta nos propone la cautivadora novedad de ver a dos legendarios del cine juntos por primera vez en pantalla. Es refrescante ver a una pareja protagónica entre los 70 y 80 años en un thriller de suspenso. Personajes interesantes, cargados de conflictos y contradicciones que, por supuesto, nuestra dupla sabrá aprovechar y muy bien. Y es que ellos son el plato fuerte de la velada. No necesitan presentación: Helen Mirren e Ian McKellen. La invitación a disfrutar del oficio, experiencia y dotes que tienen para ofrecernos mientras los vemos interactuar es una oferta realmente tentadora.
Pero más allá de la veterana pareja. ¿Qué más tiene este film para ofrecernos? Bill Condon, director de variadas cintas, esta vez nos trae un thriller en donde, si bien no hay asesinatos o un crimen que resolver, nos propone una dinámica que busca tenernos ávidos de información para dilucidar ese desenlace que intentará sorprendernos. El director brinda un abordaje fílmico bastante tradicional pero correcto tanto en cinematografía, edición como actuación.
Sin embargo, en mi humilde opinión, la principal falla se encuentra en el guión que no está a la altura. La historia pareciera carecer de fuerza a medida que avanza la cinta. Si bien la primera parte logra adentrarnos en el relato dejándonos llevar por la sólida dinámica de los actores, el giro final resulta extremadamente evidente que hasta puede dilucidarse desde sus primeros planos (e incluso sólo por mirar el póster). Luego hay otra información que se expone al final de la que, para evitar spoilers, sólo puedo decir que se siente forzada e innecesaria buscando darle al film un peso que nunca tuvo. No hay pistas que pudieron pasarnos por alto, simplemente agrega una serie de conflictos y motivos que se sienten innecesarios.
El cine y el arte al fin de cuentas se resume en gustos y opiniones, es por eso que siempre mi intención apunta a entender que todo se trata de públicos y estilos dejando a cada uno con el veredicto final. Pero también mi rol es el de ser sincero con este “BUEN MENTIROSO” y decir que la considero una buena película para aquellos que quieran ver a dos actores nadando en su mejor hábitat. El set.
Por Matías Asenjo