Una cuestión de identidad
Hace algún tiempo que el cine argentino dejó de tener como epicentro productivo a la ciudad de Buenos Aires y se comenzaron a ver obras realizadas en diferentes provincias con técnicos y actores locales. A los conocidos casos como de Córdoba, Salta, Tucumán, Misiones o Mendoza se le suma ahora La Rioja con El Bumbún (2014) de Fernando Bermúdez.
El Bumbún se desarrolla entre el ocaso del gobierno de Isabelita Perón y los comienzos de la dictadura cívico militar. La historia se centra en “El Bumbún”, una niña nacida en el seno de una familia humilde que ante la ausencia de hijos varones se ve obligada por su padre a ser criada como un hombre.
Basada en una historia real que primero se convirtió en un cuento de la escritora Carmen Agüero Vera, para pasar luego a una transposición teatral y finalmente convertirse en una obra cinematográfica, El Bumbún es el firme retrato de una sociedad patriarcal en donde el machismo es acompañado de violencia de género y la mujer no es más que una especie de objeto para uso y abuso.
Pero El Bumbún también habla sobre la perdida y búsqueda de la identidad, por eso no es azarosa la época elegida para situar la historia. Buscar la propia identidad en el mismo momento en que otros la perdían, víctimas de los crímenes perpetrados por la dictadura, establece un interesante paralelismo para hablar de un mismo tema desde situaciones diferentes. La violencia y la identidad desde dos lugares que parecieran opuestos pero que encuentran más cercanía que lejanía.
Con una magnífica actuación de Silvina Páez, que dota a su personaje de una ambigüedad andrógina que hace dudar sobre su sexualidad, y un destacado elenco encabezado por un villano de aquellos a cargo de Daniel Valenzuela junto a un equipo de actores riojanos, El Bumbún es otro claro ejemplo de que más allá de la General Paz también se hace un cine propio pero con una mirada universal. Un cine que, al igual que lo que cuenta, desde muchos lugares todavía se ignora, se ningunea y se trata de invisibilizar.