Pau, el celador nocturno de un hospital, recibe el cadaver de la joven actriz Anna Fritz. Sorprendido por la belleza de la mujer, decide tomar una foto e invitar a dos amigos al hospital. Los tres deciden violarla aunque algo impredecible sucede en aquella sala del hospital.
En "El Cadaver de Anna Fritz", el desarrollo narrativo lo marca la joven Fritz y sus intentos por escapar del hospital. Entre las dudas, discrepancias y conflictos, Fritz trata de confundir a los celadores para encontrar una nueva salida para una situación tan conflictiva. Está sintonía disfuncional entre el grupo, en contraste con la joven que desea escapar, es el motor que mueve a la película.
Sin grandes pretensiones ni un argumento muy elaborado, El Cadaver de Ana Fritz resulta una película entretenida y llevadera en sus 72 minutos de duración. La película en sí, no necesitó mucho más. El director hace una película entretenida sin arriesgar demasiado, con ánimos de hacer un producto aceptable pero para nada diferente que lo lleve a salir de lo común del género. Con una producción modesta, el punto fuerte recae en el rol protagónico de Ana (Alba Ribas), que a través de su lenguaje corporal y la expresividad en sus gestos, recrea una interpretación creíble.
El cadaver de Anna Fritz es una película corriente, sin grandes actuaciones, pero ameniza en su corto lapso de duración, con algunos momentos de suspenso que no aportan demasiado más.