Para Nicolás Carreras todo nació con una idea: un catador de vinos que pierde su paladar. La idea creció cuando el famosísimo experto Charlie Arturaola aceptó el protagónico con toda su gracia. Muchos personajes reales pusieron el hombro. Y el mundo del vino muestra sus oropeles y falsedades, la búsqueda de raíces y moraleja incluida. Grata.