Cristian Pauls realiza un documental curioso y fascinante. Reconstruye, sigue el rastro de un trabajo realizado por Gustav Emil Haegel en l920 por el Chaco Formoseño y su población originaria, los Pilagá. Cien años después contrata a una antropóloga, Anne Gustavsson que lo acompaña en esta travesía, le consigue el diario de Haegel que es leído en sueco, y transita, quizás con el mismo extrañamiento, ese recorrido. Y aunque el mismo reflexiona que es tan lejano ese territorio para su experiencia, como fue para los suecos, las intenciones son otras. Primero el rescata de la lengua de los pilagá y luego encontrar a los descendientes que fueron filmados, para dar lugar a los recuerdos, con una mirada actual. Pero también se evidencia esa atracción del viaje, de la exploración y el descubrimiento, de interés a lo desconocido que tiene el mismo impulso ayer y hoy. Pero por sobre todo evidenciar que ya cien años atrás existía el germen del maltrato y el desalojo para ese castigado pueblo originario que vivía en comunión con la naturaleza y era generoso con los extraños.