Un archivista empieza a tener macabras visiones desde que descubre una vieja película con un asesinato terrible de principios del siglo pasado. Con una mujer embarazada y un niño pequeño en casa, la alternancia entre las escenas de una vida cotidiana cada vez menos normal y la sensación ominosa de que algo oscuro pesa en la zona del canal cercano, empieza a acelerarse. Con dos años de atraso, el estreno de El canal del demonio cumple con el cupo semanal de cine de su género, y sí consigue unos cuantos sustos y escenas inquietantes. Sin embargo, este link entre el film antiguo y el perturbado sujeto del presente, entre una peli y otra, se ve opacado por un barroquismo que suma elementos hasta que el asunto se pone demasiado crítpico, difícil de entender. Entre el relato de una debacle psicológica, el terror que llega desde los confines del tiempo y el film de fantasmas, El canal del demonio pierde la potencia que merecía la más atractiva de sus historias.