La era del duranbarbismo
En su segunda película como director, Daniel Hendler muestra la construcción de un político en clave de comedia.
En tiempos de candidatos prefabricados, del marketing, los focus groups, la “big data”, las redes sociales y etcéteras varios como herramientas políticas fundamentales, la trastienda de una campaña es terreno fértil para la ficción. ¿Cuáles serán los consejos que los gurúes de la imagen les darán a sus clientes? ¿De qué detalles imperceptibles para la mayoría de los mortales, pero imprescindibles para ganar una elección, están al tanto los duranbarbistas? El disparate está ahí, al alcance de la mano y de la cámara-
En su segunda película como director (después de Norberto apenas tarde, de 2010), Daniel Hendler propone una inmersión en el laboratorio de gestación como candidato político del empresario Martín Marchand: un par de días en la estancia del ricachón que, reunido con su equipo de asesores, trata de empezar a armar una carrera electoral desde cero. Todo está por definirse: el nombre del partido, sus eslóganes, las propuestas, los spots publicitarios. La mesa está servida para una sátira urticante, empezando por un elenco de eficaces comediantes: Ana Katz, Diego De Paula, Alan Sabbagh, la cada vez más grande Verónica Llinás…
Y, en efecto, hay momentos divertidos, personajes sólidamente construidos y tabién actualidad: es imposible no pensar en la Argentina al ver a ese heredero tirando frases vacías y discutiendo telefónicamente con su padre, sombra omnipresente que lo tortura vaya uno a saber desde dónde. Pero cuando parece que la trama va madurando de a poco, tomando un rumbo efectivo, aparece una subtrama de espionaje que no funciona, le resta potencia al conjunto y todo termina a mitad de camino.
Queda la sensación de que se podía haber dado una vuelta de rosca más hacia lo cómico, llevando el tono al límite del absurdo. En cambio, lo que se ve es un intento de equilibrio entre el humor y el mensaje “serio”, entre la parodia y la reflexión, con la tibieza como resultado.