Descubriendo un nuevo mundo
“El Cascanueces y los Cuatro Reinos” (The Nutcracker and the Four Realms, 2018) es una película de fantasía dirigida por Lasse Hallström (Un Lugar Donde Refugiarse, La Razón de Estar Contigo) y Joe Johnston (Jumanji, Capitán América: El Primer Vengador). Escrita por Ashleigh Powell, la historia es una reinvención del cuento tradicional “El Cascanueces y el Rey de los Ratones” de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann. Protagonizada por Mackenzie Foy, joven reconocida por interpretar a Renesmee Cullen en Amanecer Parte 1 y 2, el reparto se completa con Keira Knightley, Jayden Fowora-Knight, Helen Mirren, Morgan Freeman, Matthew Macfadyen (Darcy en “Orgullo y Prejuicio), Richard E. Grant, Eugenio Derbez, Misty Copeland, Ellie Bamber y Tom Sweet.
1879, Londres. En pleno invierno, la pequeña Clara (Mackenzie Foy) no se siente con ánimos de celebrar la Navidad ya que recientemente su madre Marie falleció. Cuando el señor Stahlbaum (Matthew Macfadyen) reúne a sus hijos Louise (Ellie Bamber), Fritz (Tom Sweet) y Clara alrededor del árbol navideño para entregarles los obsequios que les dejó Marie, Clara recibe un huevo valioso que solo puede abrirse con una llave especial que no está en la caja. Frustrada, la joven se dirige junto a su familia al baile anual organizado por su padrino Drosselmeyer (Morgan Freeman), un hombre aficionado a la mecánica. Durante la búsqueda de regalos, Clara sigue un hilo dorado con su nombre. Éste la conducirá a un nuevo mundo dividido en la Tierra de los Copos de Nieve, la Tierra de las Flores, la Tierra de los Dulces y un cuarto reino donde se encuentra la tirana Madre Ginger (Helen Mirren). Con el leal soldado Phillip (Jayden Fowora- Knight), Clara, que allí es considerada una princesa, irá conociendo lo que hizo su madre en ese lugar y deberá ponerse manos a la obra para restaurar el orden.
Disney se caracteriza por brindarnos historias súper creativas, con grandes mensajes y personajes inolvidables. Sin embargo, este año nos falló rotundamente con el estreno de “Un Viaje en el Tiempo” (A Wrinkle in Time) y ahora vuelve a hacerlo con este filme. Aunque desde lo visual la cinta cumpla con creces gracias al bello diseño de vestuario y los imponentes paisajes creados por computadora, que incluyen un elegante palacio central, la trama hace agua por donde se la mire.
Su introducción no es para nada desacertada, ya que logra despertar el interés gracias a Clara, una protagonista curiosa a la que no le importan las apariencias como sí tienen relevancia para su padre, por lo que las diferentes maneras de sobrellevar la pérdida de Marie son diferentes para cada uno y los hacen pelearse seguido. Es una lástima que el comienzo tenga un desarrollo tan rápido dado que cuando se pasa al mundo fantástico, los errores comienzan a acumularse.
Por empezar, al ingresar a esta nueva tierra la chica no demuestra ningún tipo de perplejidad o asombro, lo que consigue que, como espectador, ya no nos sintamos tan conectados con ella. Que persiga a un animal cueste lo que cueste recuerda muchísimo a “Alicia en el País de las Maravillas” (Alice in Wonderland) así como que el tiempo del mundo real transcurra más lento solo nos hace pensar en “Las Crónicas de Narnia” (incluso Clara llega a la Tierra de los Copos de Nieve primero).
No obstante, lo que más molesta no es la poca originalidad sino que el argumento no tenga razón de ser. Tenemos escenas con una gran cantidad de ratones, payasos y soldados de plomo que cobran vida pero al no contar con buenas explicaciones sobre la estadía de Marie o lo que pasó en el cuarto reino, todo lo “mágico” que pretenden transmitir los directores se pierde casi de inmediato.
Por el título, uno llega a creer que las diferentes tierras tendrán relevancia. Error. Con un montaje a las apuradas, es fácil llegar a la conclusión que la película podría ser lo mismo sin el líder de la nieve ni el de las flores, ya que no aportan absolutamente nada al relato. No pasa lo mismo con Sugar Plum (Keira Knightley), la reina de la Tierra de los Dulces. A ella sí se le da bastante tiempo en pantalla, pero esto tampoco funciona ya que el personaje es completamente inaguantable tanto por su tono de voz como por su superficialidad. Keira Knightley otorga el peor papel de su carrera, además de ser parte de un giro en la trama que brilla por su incoherencia.
Es así como “El Cascanueces y los Cuatro Reinos” se convierte en un filme soso sin intenciones claras, que ni siquiera convencerá a los más chicos. Su existencia puede compararse a la de un regalo que parece que será maravilloso por su bonito envoltorio, sin embargo una vez abierto la decepción es mayor por tratarse de un carbón.