Sólo pocos como el talentoso Clint Eastwood podían cargarse al hombro con talento narrativo y con variedad de recursos esta historia de la vida real basada en el protagonista que da titulo al film, quien fue sindicado como el autor de un atentado durante las Olimpíadas en Atlanta en el mes de Julio de 1996.
Sorprende y agrada asimismo su elección temática que cuestiona el poder deformador, tendencioso y poco riguroso de los medios e ironiza con la inutilidad e ineficacia de los servicios de inteligencia, y la mirada básica de una sociedad americana manipulada y poco crítica, que transita sin escalas de la entronización a la demonización de nuestro héroe de turno.
También focaliza en los prejuicios hacia el freak, el obeso y en apariencia algo tonto, encomiable trabajo del protagonista Paul Walter Hauser
Como en todas las películas del casi nonagenario director, Richard Jewell se desarrolla de manera minimalista, priorizando por encima de todo al relato, y con actuaciones muy ajustadas y convincentes: Sam Rockwell, como el tenaz abogado de Jewell, Kathy Bates, como su madre, Olivia Wilde como la inescrupulosa periodista y Jon Hamm como el controvertido investigador del FBI.
La música del talentoso Arturo Sandoval enmarca esta historia de introspección sobre el comportamiento de los medios y la ausencia de autocrítica.
POR QUE SI:
«Se desarrolla de manera minimalista, priorizando por encima de todo al relato, y con actuaciones muy ajustadas y convincentes»