La guerra de los ex
La reportera Nicole Hurley (Jennifer Aniston) investiga un supuesto caso de suicidio, mientra su ex-esposo Milo Boyd (Gerard Butler), un ex-policía y ahora cazador de prófugos, tiene una difícil misión: atraparla.
La comedia del director Andy Tennant (quien acertó con Hitch, junto a Will Smith) juega aquí con los toques de acción, diálogos anodinos y un caso policial que acumula sospechosos, en medio de una trama que acerca a dos personas distanciadas emocionalmente.
Como comedia, no resulta graciosa. Y como policial, le faltan varios cartuchos de intriga. Los intentos de la pareja por reconquistarse no resultan del todo funcionales (siguen enamorados pero él la persigue) y, mucho menos, creíbles.
Lo más destacado pasa por los diálogos que cada uno mantiene con personajes secundarios: Nicole habla con su madre (una siempre convincente Christine Baranski) y Milo con la esposa de su mejor amigo. El resto es tedioso, extenso y se limita a ser otro paso de comedia olvidable "made in Hollywood".
Los intérpretes corren, escapan e intentan tener una cena romántica con atuendos prestados que les quedan ridículos (¿eso es gracioso?). Jennifer Anniston reaparece más inexpresiva que nunca y los esfuerzos de Gerad Butler (el mismo de 300 y La cruda verdad), no alcanzan para elevar el nivel del film.
Muchas corridas, visitas a amigos que los hospedan, tatuajes, caídas y una reportera que corre peligro por los descubrimiento que ha realizado, merecían más vértigo emocional. Al menos, poder sacar una sonrisa.