Abajo el amor
Algunos apuntes sobre un filme vulgar e intrascendente como es El cazarecompensas:
1-La dirige Andy Tennant, un director extremadamente mediocre. Aún así, habían elementos interesantes en Hitch –más que nada a partir de la construcción del personaje interpretado por Kevin James- y en Amor y tesoro –explotando la química entre Kate Hudson y Matthew McCounaughey, más la frescura de algunos personajes secundarios, como el de Donald Sutherland-. Sin embargo, en su último filme retrocede hacia lo peor de su filmografía, con similar impericia y sinrazón a Ana y el rey, o No me olvides. Hay algún que otro chispazo de lucidez con los secundarios (Tennant parece ser un director más dado a manejar las historias laterales que las centrales), pero no mucho más.
2-Jennifer Aniston supo demostrar que puede complementarse muy bien con el protagonista masculino en diversas comedias románticas: Mi novia Polly (con Ben Stiller) y Marley y yo (con Owen Wilson) lo prueban. Pero Gerard Butler es un actor más dado al género de acción o al policial, aunque sin capacidad para el romántico. Desde hace un rato que insiste, con Posdata: te amo y La cruel verdad, sin acertar. Y la tercera no fue la vencida.
3-El cazarecompensas pretende inscribirse en el sub-género “comedia de rematrimonio”, pero carece de coherencia para sostener su premisa. Los protagonistas vuelven a enamorarse porque sí, porque el guión lo decide. O más bien porque lo que se busca reinstalar es la institución matrimonial, en vez del amor entre una pareja. No importa el relato, importa la ideología.
4-Lo que nos lleva al quid de la cuestión: al cine del nuevo milenio le cuesta filmar el amor, le ha resultado prácticamente imposible en los últimos diez años, y más aún dentro de Hollywood. No ha podido reflejar apropiadamente las vicisitudes actuales, la falta de certezas, la ambigüedad, la dificultad para encontrar un lugar en el universo y la persona que nos complemente, incluso cierto escepticismo característico de las generaciones actuales. Y cuando se ha posicionado desde una perspectiva más firme y segura con respecto al amor, lo ha hecho desde el más rancio conservadurismo, con total arbitrariedad. El cazarecompensas es sólo un ejemplo más, destinado al rápido olvido. Para remitirnos a una comedia romántica fuerte y representativa, el público tiene que remitirse a Cuando Harry conoció a Sally o Tienes un E-mail, estrenadas hace más de una década. ¡Es demasiado tiempo! La única esperanza de una cierta renovación del lenguaje cinematográfico romántico la ha aportado Julie y Julia. No parece casualidad que su guionista y directora ha estado detrás de las dos películas anteriores: estamos hablando de Nora Ephron, quien con casi setenta años de vida es como la versión femenina de Clint Eastwood en el cine romántico hollywoodense.