Hay secuelas innecesarias y secuelas totalmente incomprensibles. Este estreno trasciende ambas categorías porque es un desastre sin razón de ser.
Cuando se estrenó Blancanieves y el Cazador en 2012 fue bien recibido. No fue excelente pero ni de cerca una película mala y el público la percibió muy bien al punto de garantizar una secuela casi de inmediato.
Lo que sucedió luego ocupó los tabloides y programas de chimentos estadounidenses pero vale la pena ponerlos aquí para entender el contexto en el cual fue concebida esta película.
Resulta que la heroína titular, la actriz Kristen Stewart, quien en ese momento tenía un noviazgo muy famoso en pleno auge de la Saga Crepústuco con su co-estrella Robert Pattinson tuvo un affair (filmado por paparazis) con el director Rupert Sanders, quien había sido el realizador de la primera entrega.
Aunque parezca mentira este escándalo se filtró en el espacio creativo y tanto la actriz como el director dejaron de formar parte del proyecto.
Así fue como se concibió este hibrido entre precuela y secuela en la cual se nombra mucho a Blancanieves (pero solo vemos su espalda) y lo peor de Thor, porque aceptémoslo, es una variación de ese gran personaje lo que Chris Hemsworth hace aquí.
También había otro pequeño temita: lo mejor de la película original tampoco estaba disponible porque había muerto… el personaje de Charlize Theron, así que hubo que revivirla.
Sumemos un poco de Frozen a través de una perturbada Elsa, quien en este caso sería el personaje de Emily Blunt y un poco más de girl power con Jessica Chastain y listo, engendro terminado.
En esta oportunidad la dirección corrió por parte del francés Cedric Nicolas-Troyan en lo que es su ópera prima y un verdadero fiasco inconexo por una pésima edición y ni hablar del ritmo bien lento que va a causar unos cuantos cabezazos.
Lo único que zafa es la bella Charlize y algunas escenas de acción porque ni los efectos visuales se salvan.
En conclusión, El cazador y la reina de hielo es una película que nunca tendría que haber existido o por lo menos no de esta manera.