¿Recuerdan aquél escándalo que involucró a Kristen Stewart y al director de Blancanieves y el Cazador, donde le puso los cuernos a Robert Pattinson? Pues sí, increíblemente aquélla infame película generó el resultado suficiente en taquilla para que podamos ver esta secuela, que resulta ser igual de floja y poco entretenida que la anterior.
El Cazador y la Reina de Hielo tiene un gran problema: en la primera media hora, Cedric Nicolas-Troyan (cuya carrera hasta ahora había estado sólo enfocada a la creación de efectos visuales y CGI para películas) no sabe dónde situar la historia, evidenciando que han buscado una trama donde claramente no la hay, lo cual provoca que desde los primeros minutos, la audiencia sienta la película un tanto innecesaria y poco atractiva.
Abusando de la voz en off (tal como si fuese un cuento de hadas infantil), nos situamos unos años antes de los eventos ocurridos en Blancanieves, para conocer a Freya (Emily Blunt), la hermosa hermana de Ravenna (Charlize Theron) quien después de una tragedia, decide formar un ejército dedicado a expandir su imperio, siempre a sombras de su hermana. De un momento a otro, ya estamos con Eric (Chris Hemsworth), quien acompañado de la hermosa (si te gustaba Jessica Chastain, aquí te enamorarás de ella) Sara, decide emprender una travesía en busca del Espejo de Ravenna, pues este guarda un oscuro y poderoso secreto.
En aspectos técnicos como efectos visuales, stunts y fotografía, la película no decepciona, pero sí sufre una una falta total de trama atractiva, facilitando que veas tu celular una y otra vez durante la función. A estas alturas, uno esperaría que actores de la talla de Blunt o Theron ya no aceptaran aparecer en películas tan aburridas, y ni siquiera sus actuaciones (que son buenas) podrán salvar del olvido a esta cinta.
No hay que ser experto para deducir desde los trailers que Hemsworth está aquí por su sex-appeal, porque es exactamente lo mismo verlo como Thor que como el Cazador, la única diferencia real en su actuación es el arma que porta. Otro de los mayores atractivos de la película era precisamente Charlize Theron, cuya presencia es relegada hasta el tercer acto de la historia, pasando así de la expectación a la decepción, pues su personaje es completamente desperdiciado y sólo utilizado para crear lo que pretende ser un cliffhanger para una tercera entrega que, sinceramente, dudo que llegue.
El Cazador es una cinta que se verá bastante beneficiada en la taquilla gracias al estupendo primer trailer que tuvo, donde sonó el excitante tema de Halsey, “Castle“. Tal vez el único acierto de Troyan en su debut en la pantalla grande sea el reutilizar esta canción para los créditos finales, pero en una versión con orquesta que sin duda deberá estar en tu lista de reproducción después de salir de la sala. No todo podía ser malo, ¿cierto?
En resumen, es una peli completamente palomera, demasiado larga para su sencillez narrativa y una opción más para matar el tiempo mientras esperamos Civil War.