Sebastián es un cerrajero de 33 años que realmente nunca creyó en compromisos a largo plazo. Ni siquiera con Mónica, su relación más estable desde los últimos 5 meses. Cuando ella le confiesa que está embarazada y cree que es de él, el mundo de Sebastián toma un giro inesperado: Comienza a tener extrañas visiones sobre sus clientes mientras está trabajando en sus puertas. Algunos podrían llamar esto un don, pero Sebastián lo siente más como una maldición. Junto con Daisy, una ayudante no deseada que cree muchísimo en su don, Sebastián logra- a regañadientes- utilizar su talento para su propio bien.