Un drama culinario y eficaz narrado en plano secuencia
Rodar en plano secuencia es un recurso arriesgado, pero una experiencia inmersiva e intensa para el espectador. El actor británico Philip Barantini recurrió a esa forma de rodar en “El chef”, su segundo largometraje. Como suele ocurrir en esos casos -dos memorables son “El arca rusa” y “La soga”- casi toda la acción transcurre en un único espacio.
En este caso se trata del restaurante de Andy, a cargo de Stephen Graham (“Snatch, cerdos y diamantes”, “Pandillas de Nueva York”, “Peaky Blinders”), el cocinero en jefe de un restaurante londinense de moda que lidia al mismo tiempo con la responsabilidad de su cargo, un matrimonio acabado, sus culpas como padre ausente, sus adicciones y una gerenta autoritaria que subestima a todo el equipo. Parece mucho para una sola persona, pero para eso Andy cuenta con Carly, interpretada por Vinette Robinson (“Black Mirror”), la subjefa de cocina que, de hecho, está casi siempre al mando.