El chef (Boiling Point, Gran Bretaña, 2021) cuenta la noche más intensa en uno de los restaurantes de moda en Londres. El chef, Andy (Stephen Graham) tiene una crisis personal, consume alcohol en cantidad, está distanciado de su hijo y tiene una relación tensa con su ex socio, un chef estrella, que va esa noche a cenar. No es el único comensal complicado, ya que parece que cada una de las mesas ofrece un desafío extra. Para peor, la noche comenzó mal con un inspector de sanidad que les bajó la calificación al comienzo de la jornada.
El chef es una de esas historias de tensión creciente, un relato claustrofóbico donde nada parece salir bien y donde cada escena es una pesadilla de incomodidad y molestia. Es difícil de disfrutar este permanente fuego pesado alivianado sólo por algunas pequeños momentos de felicidad muy efímeros. No es que todo sea siempre así, pero la noche elegida por el director es la de las complicaciones, el drama y la intensidad. El espectador sufrirá esa angustia que sin duda es el objetivo de la película. La película está narrada desde el punto de vista de la gente que trabaja en el restaurante, mostrando algunos de los peores clientes posibles y mostrando las mil cosas que pueden salir mal en una misma noche.
El director decidió filmar en un solo plano toda la película para enfatizar este clima de encierro y presión. Lo hace bien, buscando más el resultado puro que el lucimiento personal. No se siente la cámara casi nunca, algo que deber reconocerse como un mérito. Solo sentimos el resultado estético, no el truco en sí mismo. La idea del rodaje era hacer ocho veces el gran plano, pero por el comienzo de la pandemia tuvieron que conformarse con planificarlo para filmarlo cuatro veces y de esos intentos quedó el tercero. Parece más fácil de lo que finalmente es, teniendo en cuenta las muchas cosas complicadas que deben sincronizarse, más aún por la clase de locación que se usa.
La película elige ser excesiva en lo emocional y algo cruel, producto de comprimir todo el drama en una sola noche. Es difícil que un ser humano tenga ganas de volver a pisar un restaurante luego de ver El chef, porque muestra que comer afuera en un lugar así es algo terrible para los clientes como para los que trabajan allí. Un verdadero infierno.