Suerte de comedia gastronómica con una aceitada pareja interpretativa, El chef es también un vehículo concebido para ridiculizar la nueva cocina molecular, especialmente la que cultiva el español Ferrán Adriá. Más allá de su trama, liviana pero simpática, y de algunos buenos gags, diálogos y situaciones, el film de de Daniel Cohen se ocupa principalmente de salvaguardar la de la gastronomía francesa ante un avance modernoso que se propone arrasar con las tradiciones culinarias. El chef hace foco también en los cocineros mediáticos, los chefs-stars, ya que el personaje de Jean Reno combina su prestigio profesional (en peligro que le sea bajada su calificación), con su aspecto de popular conductor en un ciclo de cocina televisivo, lo que le aporta un matiz más al film. Al menos la película del director y también actor Daniel Cohen, no se inspira demasiado en otras piezas recientes que abordan esta temática, como El sabor del edén, Deliciosa Martha, y su remake americana Sin reservas, y la participación de Santiago Segura como chef de la nueva era resulta disfrutable, aporte fundamental en el tópico de satirizar a los platos en los que la química interviene más que la legendaria cocción alimenticia. Con toques de Pierre Richard y Benigni, el joven actor Michaël Youn es una revelación en el plano de la comedia y el humor, junto a un Reno muy divertido. Ambos destacan su timming en el squetch en el que se disfrazan de pareja japonesa en un restaurante de –presuntas- delicias moleculares.