Una deliciosa comedia, fresca, tierna, sin necesidad de recurrir al golpe bajo.
Parte de la historia gira en torno a Jacky Bonnot (Michael Youn) un autodidacta que trabaja como cocinero. Él es un exquisito se pasa haciendo observaciones en el restaurant, el tema es que donde va desarrollando sus tareas son lugares sencillos o de cocina rápida y termina siendo despedido.
Su sueño es ser un Gran Chef y siempre mira un traje para tal labor en la vidriera de una tienda. Su pareja la bella Amandine (Salome Stevenin) se encuentra embarazada casi a punto de parir, y es momento de tomar conciencia, dejarse un poco de chiquilinadas, madurar y afrontar la realidad. Ella está cansada de que siempre lo despidan (cuatro veces en 4 semanas), por lo tanto él termina aceptando un trabajo que no es de su agrado, termina pintando puertas y ventanas en un hogar de ancianos.
Por otro lado desarrolla sus actividades un famoso Chef Alexander Lagarde (Jean Reno), exigente, reconocido por todos y hasta tiene su programa en televisión, es algo similar como lo tiene acá Guillermo Calabrese o Juan Braceli, entre otros. Este se encuentra también pasando un mal momento ya que en pocos días vendrán los críticos a su Restaurant y si no logra seguir manteniendo su categorización de tres estrellas lo perderá (algo similar ocurría en “Ratatouille”).
Las cosas comenzaron a cambiar en este rubro, hay que modernizarse y una de las exigencias es que sirva la comida molecular y deje la cocina gourmet algo que para él es tradicional. Aunque esto no es todo, tiene una hija que requiere de su atención dado que en pocos días presenta su tesis en la carrera de letras y quiere que su padre este presente.
Estos personajes de una u otra forma se encuentran rodeados de problemas tanto familiares como laborales y sus destinos en medio de presiones se chocan, formando una buena dupla. Quien se incorpora al dúo es Juan (Santiago Segura) un experto de la cocina molecular. Si bien casi todo el film es previsible, tiene buenos giros, entre enredos emociona y dentro de su desarrollo contiene una interesante estética. Los espectadores deben conocer que después de los créditos finales hay una escena extra.
Los actores: Jean Reno (64) y Michaël Youn (39) (“La vuelta al mundo en 80 días”, “Lucky Luke”) componen una buena dupla y tienen bastante química, logran arrancarte más de una sonrisa, hay situaciones que suceden en la cocina relacionadas a la película “Sin reserva”. Tiene un buen ritmo, una fuerte crítica a la cocina post moderna y la buena música de Nicola Piovani está acorde.
Es una comedia entretenida, sencilla, graciosa, dinámica y diferente, se mete en el mundo de la gastronomía donde descubrimos la competencia, el estrés, las presiones y la mala onda, pero tampoco todo es tan malo o tan bueno, aunque en algún tiempo podes encontrar un amigo y una posición, tanto económica como social.