Manteniendo el estilo narrativo humano, naturalista y preciso de sus anteriores trabajos, pero contando un relato totalmente opuesto a los presentados en ellos, los hermanos Dardenne le regalan al espectador aquí una pura, maravillosa y profunda representación de la infancia, el abandono, la adopción y la rebeldía, con muy buenas actuaciones, y un detallista y descriptivo guión.