Cycle es una película que redefine el mote de "rara". Virtualmente inclasificable, a medio camino entre la animación experimental y la chatarra espacial, la ópera prima del húngaro Zoltan Sostai es una experiencia cinemática que divide aguas, ya que desde el minuto uno se decide si uno debe odiarla u amarla por sus extravagantes componentes técnicos.
En el centro de este embrollo cibernético se encuentra Jack, un astronauta cuya misión no parece compleja pero que se irá tornando cada vez más peligrosa con el correr de los minutos. Perseguido por una niebla de origen desconocido y por humanos que no aportan ni la menor pizca de sentido a la búsqueda, él retoma el mismo camino una y otra vez, en búsqueda de una variable -el punto de fuga, según el guión de Sostai- que le permita volver a la base lunar, donde sus compañeros están siendo asediados por la niebla.
Darle un contexto a Cycle es casi imposible, con su narrativa no-lineal y sus diálogos ampulosos y rellenos de teorías y frases filosóficas para enriquecer la trama. La misma tiene el estilo de una larga escena introductoria de un videojuego de hace quince años y la acción dentro del film también se siente de esa manera. Con una cámara que prácticamente nunca queda estática -quizás para que Sostai esconda varios errores técnicos de por medio, uno nunca sabe- y un héroe más perdido que turco en la neblina, cada pieza de información es vital para resolver de alguna manera este enigma en tres dimensiones que generará más de un quebradero de cabeza. Para quien les escribe, el rompecabezas fue demasiado abstracto como para construirlo en el camino, y eso es tanto la belleza como la perdición de la película de Sostai: o uno se ve inmerso de lleno en la propuesta o quedará categóricamente afuera del juego que propone el húngaro.
Cycle tiene un margen de espectador muy pequeño, una rendija por la cual pocas personas se animarán a meterse para resolver el enigma cuántico planteado. Muchos pasarán de largo con su faceta artística al extremo y la odiarán por no tener respuestas claras y concisas, pero solo unos pocos podrán apreciar el salto de fe que representa una película de este estilo. Sólo para fanáticos del cine fuera de lo común.