El buque amarra al alba en Buenos Aires, de donde volverá a zarpar al día siguiente. El Ingeniero baja a la ciudad para honrar el pedido de su padre: entregar un pequeño paquete a uno de sus amigos, Víctor Zagros. El paquete le es arrebatado y el Ingeniero va detrás suyo en una búsqueda alocada y vertiginosa en la que arriesga su vida, dentro de una ciudad, que poco a poco le va pareciendo fuera del mundo.