Silencios y vibraciones
En continuidad con Los dioses de agua (2014), El cielo escondido (2016), nuevo opus del director Pablo César, parte de la estructura de viaje iniciático por las misteriosas tierras de Namibia. El protagonista nuevamente se llama Hermes y en varias oportunidades las menciones a la historia de la película antecesora evidencian dicha continuidad, sobre todo en el rescate del mito del origen del universo con los seres anfibios.
Sin embargo, aquello que motiva a Hermes, antropólogo, a su estadía en Namibia obedece a su búsqueda de la curación secreta a partir de las vibraciones sonoras. Para ello, las diferentes etapas de su travesía acompañado de un guía nativo y una doctora llegada al continente africano como parte de su trabajo para una fundación, lo conectan directamente con una subtrama donde está involucrado un laboratorio y una logia que tienen por objeto la experimentación bacteriológica con la población negra.