Podría tratarse de un largo capítulo de Black Mirror, pero con menos impacto.
Vamos por partes. La película está dirigida y escrita por James Ponsoldt, basada en la novela de Dave Eggers. Ronda en torno a Mae (Emma Watson) una chica que trabaja en una especie de call center a la que su amiga le consigue una entrevista en “El Círculo” una mega empresa que está copando todo con su tecnología. Tienen acceso a datos de miles de personas y con su nueva creación la privacidad será cosa del pasado.
El chiche es la cámara (casi invisible) SeeChange que puede instalarse en millones de lugares y “Lo ve todo”.
La idea general no es mala, pero está desaprovechada, el desarrollo es pobre o está mal enfocado. Quizás si no se centralizara principalmente en los efectos secundarios que le causan a solo una persona (su protagonista), siendo algo tan masivo, quizás funcionaría mejor.
Y es que la película no tiene un mensaje claro, no hay un gran conflicto, no nos logra emocionar, ni tampoco hay suspenso.
Esta chica Mae llega a trabajar a la empresa y rápidamente tiene un ascenso ya que su pasión por lo que hace la hace convertirse casi en la mano derecha de Eamon Bailey, interpretado por Tom Hanks.
Es extraño que Mae entre tan fácil en la forma absorbente de trabajar allí, pasando meses sin ver a sus padres, de los cuales uno de ellos está enfermo y sin plantearse mucho más.
Tanto Tom Hanks como Emma Watson están correctos en sus papeles, pero cómo decirlo? Es como si estuvieran ensayando, quiero decir, dan lo mínimo. Aunque no podemos poner toda la responsabilidad de que la peli no funcione del todo, sobre ellos.
Si bien el film es sobre el avance de la tecnología y cómo esta puede “dominarnos”, la puesta en escena, en cuanto a la tecnología misma me pareció escasa.
El Círculo nos deja con ganas de más, de una vuelta de tuerca que la hay, pero que no es tan potente.