Poco anticipatoria para los tiempos que corren, el relato expone los excesos del uso de la tecnología y de las redes sociales. Una joven -Emma Watson- ingresa a una poderosa organización que intenta controlar las vidas de los individuos.
Basada en la novela de culto de Dave Eggers y dirigida por James Ponsoldt -Tocando fondo-, El Círculo cuenta la historia de una chica que deja su empleo y empieza a trabajar en una poderosa corporación que, a través de las redes sociales, acaba controlando a la Humanidad y las vidas de los individuos.
Poco anticipatoria para los tiempos que corren y linkeando inevitablemente con títulos como La Red, The Truman Show y, claro, 1984, la novela de George Orwell, la película presenta un mundo idílico, tentador para cualquier joven que quiera ingresar a una empresa en medio de la gran ciudad, en la que todo funciona y promete innumerables beneficios y entretenimientos para sus empleados.
Allí llega Mae Holland -Emma Watson, la actriz de La Bella y la Bestia- una joven desesperanzada que arrastra una situación familiar complicada con un padre enfermo -Bill Paxton- y a quien se le abre un nuevo horizonte laboral. Sin embargo, no todo lo que reluce es oro en la poderosa organización liderada por Bailey -Tom Hanks-, una suerte de Steve Jobs, y que propone a través de El Círculo lanzar su sistema TrueYou, una red social que refleja lo que pasa en la vida de cada uno.
Otra vez los celulares, tablets y cámaras son los protagonistas de un relato que combina tecnología y algo de suspenso, pero que se pierde en situaciones que quitan tensión a la trama -la escena del bote- y tampoco construye a un villano de lujo, sino a un hombre obsesionado con el poder y el control que recurre a las herramientas equivocadas. En ese entramado también aparecen sus compañeros -Glenn Headly y John Boyega-, entre fiestas, confesiones y sospechas.
Todo está expuesto ante la mirada de los demás en este film que podría haber sido más interesante - y entretenido- de lo que es, y que descansa en la actuación de una siempre convincente Emma Watson, cuya Mae también enreda, sin querer, a su amigovio Mercer -Ellar Coltrane- en un espiral del que es difícil escapar.
Si bien la película echa mano a los recursos como las leyendas de pantalla y una cámara incansable que sigue a la protagonista, no alcanza para elevar la puntería de esta historia que habla sobre la invasión a la privacidad, la esperada concreción de los sueños y la presencia de un diablo disfrazado de cordero con planes fríamente calculados.