Como parábola paranoica sobre la cara oscura de las corporaciones 2.0, El Círculo presenta sus cartas y juega con asuntos atractivos. Mae (Emma Watson), es una chica dulce y humilde cuyo padre (Bill Paxton, fallecido en febrero pasado) tiene una enfermedad degenerativa y problemas para afrontar las facturas médicas. Así que cuando su amiga le consigue una entrevista en El Círculo, una gigantesca corporación a la Google, el mundo parece cambiar para ella. Que la chica dulce y remilgada termine como líder de un sistema global de vigilancia capaz de acabar con gobiernos da cuenta del nivel de disparate de este film, quizás un thriller, pero con un argumento tan arbitrario que carece por completo de suspenso e intriga. Hay un CEO de El Círculo, una especie de Steve Jobs carismático y previsiblemente contradictorio, interpretado con altura y convicción por Tom Hanks: cada vez que aparece, el film sube varios puntos. Los realizadores, en cambio, fluctúan entre la fábula moral de la chica que olvida sus orígenes y afectos porque se le sube a la cabeza la posibilidad de éxito, la ciencia ficción amenazante acerca de un mundo monitoreado en vivo permanente -una idea conocida- y el drama meloso de los David y Goliat de la sociedades contemporáneas.